Galeano afirma en la UNIA que "las mujeres no son mejores que los hombres, ni peores"
El escritor y periodista uruguayo Eduardo Galeano, que clausuró en Sevilla el Seminario Internacional Derechos humanos, mujer y frontera: el feminicidio de Ciudad Juárez, organizado por la Universidad Internacional de Andalucía (UNIA), en el marco de la Cátedra UNESCO en Derechos Humanos e Interculturalidad; afirmó que "las mujeres no son mejores que los hombres, ni peores; todos somos mitad basura, mitad maravilla; mitad cielo, mitad infierno; ese es el oficio terrestre".
En conferencia de prensa previa a su ponencia en este ciclo, comentó que en su intervención haría una lectura de "historias breves, retratos o imágenes de la mujer". "Pantallazos de las aventuras y desventuras de ser mujer en el mundo, a lo largo de la historia --añadió--, como el caso de Concepción Arenal, que estudió Derecho disfrazada de hombre y luchó por los derechos de las mujeres en las cárceles y en los hogares que funcionan como cárceles; o el de Emilia Pardo Bazán, primera catedrática española, sin ningún alumno, porque el poder macho la boicoteó"
"La Historia ha estado muy marcada siempre por el poder masculino, hasta nuestros días, que está empezando a cambiar, por suerte, que ya era hora, no para que las mujeres demuestren que son mejores que los hombres, ni los negros que los blancos o los indios que los conquistadores, sino reivindicar la igualdad de derechos y de oportunidades, para poder mostrar lo que somos, es decir, mitad basura, mitad maravilla", agregó.
"Las mujeres con cargos importantes se cuentan con los dedos de una sola mano --continuó-- y, por ejemplo en los Parlamentos, son como islas en un océano masculino. El poder también se ha desempañado por mujeres disfrazadas de hombres, como es el caso de Condoleezza Rice, Hillay Clinton y otras desprestigiadoras de la noble causa de los derechos femeninos".
A la pregunta de si el presidente estadounidense Barak Obama habrá leído ya su libro "Las venas abiertas de América Latina", que le regaló el presidente venezolano Hugo Chavez, dijo que no cree que el poder deje mucho tiempo para leer "y él está prisionero del poder". "Me parece muy positivo e importante que haya un presidente negro o mulato en un país con unas contradicciones de racismo tan frescas", señaló al tiempo que recordaba que el primer largometraje norteamericano de cine mudo, "El nacimiento de una nación", es "un himno de alabanza al Ku-klux-klan", cuyos textos los escribió el presidente Wilson, simpatizante de esta secta, y al que le concedieron el Premio Nobel de la Paz, como a Obama, "quien hizo un elogio de la guerra para agradecer el Nobel de la Paz", en opinión del escritor.
Preguntado por la muerte del disidente cubano Orlando Zapata, fallecido tras una huelga de hambre de 85 días, respondió que "respeta la decisión de alguien que es capaz de hacer la huelga de hambre y morir por lo que cree", aunque no lo alabe ni piense que sea "algo digno de aplauso". Asimismo, apuntó que lo que ha pasado con Zapata y sucede ahora con el periodista Guillermo Fariñas son cosas "importantes y desgraciadas" ante las que el Gobierno de Cuba tendría que "tomar nota, pues son señales de alarma, signos de descontento popular que deberían impulsar los cambios que la revolución necesita".
"Contra Cuba se aplica una lupa inmensa que magnifica todo lo que allí ocurre cada vez que conviene a los intereses enemigos de la justicia social, llamando la atención sobre lo que pasa en la revolución, mientras la lupa se distrae y no alcanza ver otras cosas importantes sobre las que los medios de comunicación no informan, como el hecho de que Cuba haya sido el país que más médicos envió a Haití y que los médicos haitianos habían estudiado en Cuba gratuitamente. Mientras Cuba mandó médicos, Estados Unidos mandó soldados, lo que implica una concepción de las relaciones internacionales diametralmente opuesta. Cuba sigue siendo un país ejemplar en su capacidad de solidaridad y en su dignidad nacional", aseveró Galeano, quien, no obstante precisó que "no aplaude todo lo que hace Cuba" y admitió que precisa encontrar espacios "para discrepar".
A la pregunta de si 51 años no son suficientes para haber hallado esos espacios, el escritor contestó que "el capitalismo no ha servido para hacer un mundo más justo y lleva ocho o nueve siglos sin encontrar la fórmula para que el mundo no tenga mil millones de personas muriéndose de hambre".
En esta línea y refiriéndose también a la crisis, comentó que la situación actual confirma que "el capitalismo es un sistema gobernado por las altas finanzas, cada vez más financiero y menos económico, que cada vez se parece más a un casino donde gana el que mejor juega", y alertó de que una de las consecuencias de esta crisis es "la resurrección del racismo, porque con las altas cifras de parados en España, Italia y otros países del norte del mundo, se han vuelvo a ver brotes de racismo muy agresivo contra los inmigrantes"
"Si los hombres quedaran embarazados, el aborto sería libre desde el Neolítico"
Por último, y en relación con la reforma de la Ley del Aborto promovida por el Gobierno socialista en España, declaró que "si los hombres quedaran embarazados, el aborto sería libre desde el Neolítico". "Hay mucha ignorancia histórica, la emperatriz bizantina Teodora, que era cristiana, aprobó el derecho al aborto en el siglo VI. En Uruguay existió este derecho durante cuatro años en la década de 1930, en España durante la República y en Nicaragua en 1853, donde un gobierno conservador aprobó una ley que permitía el aborto, siendo éste eliminado siglo y medio después por los usurpadores sandinistas. Los de izquierda condenan a las mujeres nicaragüenses pobres a la cárcel o al cementerio, porque las ricas acuden a clínicas privadas", concluyó.