Ángeles Plaza presentó las conclusiones del curso Turismo Enológico celebrado en La Rábida
Mari Ángeles Plaza, profesora de la Universidad de Huelva y codirectora del curso “Turismo Enológico”, celebrado en la Sede Iberoamericana de La Rábida, ha presentado las conclusiones obtenidas tras la celebración del curso, realizado en colaboración con la Diputación Provincial de Huelva.
Para la profesora, lo principal en lo que hay que trabajar es en la “desmitificación del mundo del vino, es decir, si bien no todo el mundo entiende de vinos, sí todos podemos disfrutar de una experiencia de turismo enológico”. Asimismo, “tenemos que erradicar la creencia de que para hacer turismo enológico es imprescindible contar con un vino de gran calidad ya que, tal y como hemos visto, son mucho más importantes otros factores como crear una experiencia única en el visitante, que apele a la emoción, ponga en práctica todos sus sentidos y le haga sentirse vivo y en definitiva pasarlo bien, que es de lo que se trata”.
En el caso de la provincia de Huelva, ha proseguido Plaza, “hemos visto que el turismo enológico se ha de entender como oferta complementaria a otros productos y segmentos turísticos como pueden ser el sol y la playa, de los que se puede beneficiar de forma sinérgica”. “De hecho, en la actualidad, el turismo del vino representa un porcentaje reducido de visitantes, siendo mayoritario el turista que acude a un destino movido por otros intereses, pero que aprovecha su estancia para visitar un viñedo o una bodega”, ha declarado la codirectora.
Entre otras características, y según Plaza, “una buena ruta del vino no basta con contar con el recurso, sino que éste ha de ser puesto en valor y transformado en un producto que cuente con diversidad y singularidad, pero que además sea capaz de integrar servicios turísticos vinculados al mundo del vino como pueden ser museos, bodegas, enotecas, etc., así como servicios turísticos y públicos”. “Pero todo esto no sería de mucha utilidad sino cuentan con un personal cualificado, con conocimientos y habilidades técnicas vinculadas al mundo del vino y buen conocedor del sector vitivinícola, y que también posea las habilidades características de cualquier personal del sector como puede ser la atención, el buen trato, la amabilidad o la simpatía”, ha añadido la codirectora.
Pero además, Plaza ha querido hacer hincapié en que el éxito de un destino enoturístico, radica en su singularidad, “debe ofrecerse como destino único por algo, por ejemplo, en el caso de la provincia de Huelva, su vinculación con el descubrimiento de América y el hecho de que su vino fuera el primero en llegar a tierras americanas, puede ser un elemento singular que facilite el posicionamiento onubense”. “Hay que recordar que las cepas de los vinos californianos, unos de los mejores del mundo, provienen de las cepas que los marineros llevaron en sus barcos durante el Descubrimiento, es decir, de las mismas cepas de dónde se hace el vino de Huelva”, apostilló Plaza.
Para terminar, la profesora Plaza ha explicado a los medios, que “igual que el sector del vino, en el turismo enológico falla la comercialización ya que solemos caer en una errónea estrategia de precios, o en la falta de promoción del producto, e incluso en algo tan básico como la falta de un buen posicionamiento del producto en la mente del consumidor, que sería lo fundamental para empezar a trabajar”. “Hay que entender el turismo del vino como parte integrante del turismo cultural, hallándose íntimamente ligado al territorio y muy vinculado al turismo rural y al turismo gastronómico”, ha concluido.