El curso sobre Zenobia de la UNIA recupera el entorno de la finca Fuentepiña

El curso Zenobia Camprubí y la Edad de Plata de la cultura española, enmarcado dentro de los Cursos de Verano de la Universidad Internacional de Andalucía en su Sede de La Rábida, ha realizado un homenaje a la protagonista de su curso, Zanobia Camprubí, a través de  una lectura de poemas que Juan Ramón dedicó a su esposa, “a pesar de que ella ni siquiera fuera consciente de su protagonismo en ellos, ya que le reclamaba en ocasiones que nunca le hubiera dedicado ningún libro, a lo que Juan Ramón respondía, pero mujer, ¡si tú estás en toda mi obra!”, ha comentado Graciela Palau de Nemes, amiga personal del matrimonio que compartió con ellos los últimos once años de su vida y que ha participado en la lectura.

Los alumnos han sido los encargados de realizar la lectura de los poemas, para homenajear  en este lugar que tanto significó para la vida de Juan Ramón, declarado por la Junta de Andalucía Bien de Interés Cultural, por ser el lugar donde escribió su obra más popular, Platero y yo, y dónde el autor disfrutaba de los veranos. Incluso, y según cuenta la leyenda, el mismo Platero está enterrado a los pies del gran pino que cobija la casa.

Según documentos que la UNIA ha podido obtener de los archivos de Moguer, fue desde 1934 cuando los alumnos que ya participaban en los Cursos de Verano de la Universidad de La Rábida, rendían homenaje al autor moguereño. El mismo poeta, al conocer la existencia de estas reuniones, tuvo la deferencia de dirigir a los alumnos las siguientes palabras: “Esas reuniones en Fuentepiña cada septiembre, me renuevan cada vez  no se qué mezcla de alegría y de pena; porque ¿Cómo puedo yo corresponder a tanta consideración qué me evidencia más, por lo perseverante de ustedes, mi poco merecimiento? Y lo que digo de ustedes lo digo de los buenos amigos forasteros, escritores, artistas, profesores y estudiantes que vienen de la Universidad de La Rábida a darle significado a mi vieja casita de campo”.

Domingo Muñoz Bort, en su libro La Universidad Hispanoamericana de Santa María La Rábida, Medio siglo de Historia, cuenta también como dentro de las actividades culturales y recreativas complementarias que se realizaban en los cursos de verano de aquella época, destacaba el homenaje que los alumnos y profesores asistentes a ello querían rendirle a Juan Ramón Jiménez, en su antigua casa de Fuentepiña. Esta idea de trasladar allí dicha actividad cultural partió de Pablo García Izquierdo, alcalde de Moguer y alumno del curso de verano de la Hispanoamericana, por aquellas fechas. Allí hablaban de literatura contemporánea, o de la influencia de la poesía moderna en la situación del país, entre otras cuestiones. Todos estos temas eran moderados y liderados por personalidades del entorno o de fuera que participaban en los Cursos de Verano de La Rábida y que disfrutaban y admiraban al poeta moguereño.

De esta ésta forma, y más de setenta años después, la UNIA, a través de los Cursos de Verano de la Sede Iberoamericana, ha querido volver a recuperar este entorno y convertirlo en una actividad más para los alumnos y profesores que visiten nuestra universidad.