España es un referente de protocolo en Europa y Latinoamérica

María Teresa Otero Alvarado (Universidad de Sevilla) ha contado en el curso que dirige “Poder y protocolo: identidad e imagen pública estatal”, en la Sede Santa María de La Rábida de la Universidad Internacional de Andalucía (UNIA) con la presencia de Ángel Gato Gómez (presidente de la Asociación Española de Protocolo).

Juan Ángel Gato Gómez, presidente de la Asociación Española de Protocolo y durante muchos años jefe de protocolo del Consejo Superior de  Deportes, impartió la segunda sesión del curso que se centró en grandes ceremonias deportivas a las que Gato Gómez ha podido asistir como organizador y asistente a actos organizados por entidades deportivas o política pero con carácter deportivo dentro y fuera de España.

La directora del curso destacó que “las únicas dos leyes en España que tienen valor en todo el territorio español son la Constitución y el Real Decreto de Precedencias del Estado. La Asociación Española de Protocolo, presidida por Juan Ángel Gato Gómez, reúne a todos los profesionales de toda España que trabajan en el ámbito del protocolo y ceremonial, por lo que es una asociación muy importante dado el peso que tienen estas personas dentro de la visibilidad del Estado, porque son los responsables de la imagen del Estado ya que son los jefes de protocolo los que organizan los actos.”

Por su parte, el presidente de la Asociación Española de Protocolo destacó que “que en la asociación tenemos problemas importantes como son definir y defender la profesión de protocolo y su futuro. Mi intención en el curso es difundir la información y los conocimientos que he adquirido como profesional del protocolo para que así aprendan los alumnos asistentes al curso”.

Juan Ángel Gato Gómez defendió que “España es referente a nivel de protocolo tanto en Latinoamérica como en Europa sobre todo porque tras la transición española se creó el Real Decreto y se adaptó a la realidad del momento apareciendo simplemente cargos de Estado. Sin embargo, otros países como Francia continúan usando el código de Napoleón adaptado, que mezclan los cargos del Estado con las personalidades pertenecientes a la Corte”. 

Gato Gómez destacó que “el protocolo en deporte es algo mucho más complejo por ser un acto de carácter especial y se rige por los criterios, los reglamentos de protocolo, que tienen quién organiza no por lo que dice el Real Decreto, por ejemplo, en el caso del fútbol, hay un criterio de ordenación de las banderas de los clubes establecido por la propia Real Federación Española de Fútbol, el cual antepone a la bandera del Real Club Recreativo de Huelva por ser el decano del fútbol español a otras”.

Gato Gómez afirmó que “como actos deportivos destacaron el campeonato mundial del 82 que empezó siendo ya un referente porque aún no existía el Real Decreto de Precedencias del Estado, y posteriormente los Juegos Olímpicos de Barcelona 92 marcaron un antes y un después con aspectos como la existencia de un palco real, entre otros aspectos”.

María Teresa Otero destacó que “hay un momento en que las profesiones pasan a ser ciencias, lo que supone que la primera tesis doctoral que se realiza en el año 2000 hasta el 2011  no se crea el primer grado de Protocolo y organización de eventos, esto quiere decir que hay un momento en que no solo basta con hacer las cosas, si no que hay que explicar porque, como y cuando se hacen, y ahora nos encontramos en ese momento. Por ello, la valoración del curso Poder y protocolo: identidad e imagen pública estatal es muy positiva porque los cursos de protocolos son necesarios para formar a las personas teóricamente y técnicamente dentro del ámbito del protocolo y el ceremonial”.

Igualmente, Otero, destacó el hecho de decidirse a presentar un curso de poder y protocolo en La Rábida y “es que me he dado cuenta a través de mi trayectoria profesional que una de las mayores inquietudes de quienes han ostentado o detentado el poder en todos los tiempos ha sido controlar la imagen que los ciudadanos perciben de sus apariciones públicas. Repúblicas o monarquías, democracias o dictaduras, izquierdas o derechas, caudillos históricos y líderes contemporáneos, todos se han preocupado por aparecer en público de un modo coherente con su identidad o al menos que se adecuara a sus objetivos”.

En este persistente empeño, aseguran los objetivos del curso,  y a lo largo de la historia de la humanidad, ceremonialistas y protocolistas han controlado los códigos y las claves de los procesos comunicativos manifestados a través de la retórica no verbal que ejercen el ceremonial y el protocolo, convirtiéndose en los “guardianes de la presencia institucional” y ejerciendo funciones socializadoras, muy especialmente de legitimación.

Este curso va dirigido tanto a quienes operan en estos ámbitos comunicativos del poder como a investigadores y docentes en estas disciplinas, -incorporadas al ámbito universitario hace varios años como asignatura, y más recientemente en un grado y varios másteres oficiales-, ofreciéndoles un foro altamente cualificado de debate en el que poder contrastar y actualizar sus planteamientos académicos y profesionales.
Bajo los epígrafes “legitimidad”, “símbolos”, “comunicación”, “ceremonias” y “género”, un grupo de destacados investigadores, docentes y profesionales pretenden proporcionar un marco de encuentro e intercambio de información a quienes han de ordenar o descifrar los códigos ceremoniales y protocolarios que rigen la organización de las grandes ceremonias, tanto los principios generales y sus interpretaciones como las estrategias y técnicas de aplicación en casos concretos.