Gasalla afirma en La UNIA que “en estos momentos estamos inmersos en una total falta de confianza”

El I Máster en Dirección y Gestión de Personas que se está celebrando en la Universidad Internacional de Andalucía, en su Sede de La Rábida, ha contado con el profesor José María Gasalla Dapena:  Ingeniero Aeronáutico por la Universidad Politécnica y Doctor en Ciencias Económicas y Empresariales por la Universidad Autónoma de Madrid (UAM) con una tesis doctoral sobre el tema “El sistema de organización de las Entidades Financieras en España”.  Diplomado de Estudios Avanzados (DEA) en el Doctorado de Psicología Social de la Universidad Complutense de Madrid y Diplomado en Marketing por la American Marketing Association (A.M.A). Director del Programa Gestión del Talento (GT) de ESADE (Madrid) y Evaluador del proceso de acreditación de coaches profesionales, senior y coaches ejecutivos de AECOP (Asociación Española de Coaching). Igualmente es Presidente de Talentum, empresa desde la que imparte conferencias por todo el mundo. Fundador y Socio -Presidente del Grupo Desarrollo Organizacional (1980), desde hace más de 25 años ejerce como consultor y asesor de organizaciones, tanto públicas como privadas, entre las que destacan BBVA, Banco Santander, Banco de Galicia, Banco Popular, Coca-Cola, Digital, Ford, IBM, Iberia, Telefónica y Zara. Igualmente es autor de libros como “La nueva dirección de personas”, “Marketing para la formación de directivos”o “Confianza”.
Este profesor consciente de la importancia en éstos momentos del siglo XXI del compromiso y la confianza aseguraba que, “vivimos en un mundo marcado por la desconfianza. Si ya resulta difícil confiar en nosotros mismos, mucho más complicado es hacerlo en los demás. Desde niños comenzamos a construir nuestro pequeño búnker que nos aísla del mundo y nos protege de los peligros, evitamos hablar con desconocidos y la inseguridad es la norma que impera en nuestro día a día. A todo esto hay que añadir que a lo largo de nuestra vida la confianza es puesta a prueba y sufre numerosas crisis. Sin embargo, no podemos vivir continuamente dudando de nuestras capacidades y sospechando de todo el mundo, ya que factores como éstos impiden nuestro progreso laboral y no sólo nos abocan al fracaso, sino también a la soledad”.

Asegura Gasalla que “la aceleración de vértigo dificulta la visualización de la vida como un proceso en el que cada fase se “juega” de diferente forma, pero en el que unas fases preceden y condicionan a otras. Y ese simple hecho da sentido a la necesidad en ciertos momentos de “aplazar la gratificación instantánea” o lo que es lo mismo, de invertir para obtener gratificación en una fase posterior. Y no se trata tampoco de dejarlo todo para más tarde. Corremos el riesgo de no llegar nunca a disfrutar del presente. Ya estamos hablando de compromiso, ya que éste se refiere a una obligación que se contrae con otro o con uno mismo, asemejándose al concepto de lealtad cuando es ampliable a la relación completa en sí o del sistema con el cual existe tal compromiso”.

Sin embargo, preguntaba José María Gasalla, si todo es cambiante, variable e incluso impredecible...¿Para qué me voy a comprometer? ¿Y por qué?¿Qué voy a obtener a cambio de mi compromiso? ¿Alguien me lo garantiza hoy?¿Es que va a existir el mañana? Y si existe, ¿va a estar relacionado-conectado con el hoy?¿Merece la pena “invertir” el comprometerme? ¿Qué es lo que más me impulsa a comprometerme? ¿En qué se diferencia el compromiso de la responsabilidad?¿Puede existir una correlación entre automotivación y compromiso?¿Cuáles son los compromisos exigibles tanto para la empresa como para los profesionales de la misma? ¿Y cuáles los voluntarios?...etc

Manifestó estar convencido de que para que las organizaciones trabajen con una gran fluidez exigen un concepto importantes que es el de la confianza: “Es la clave. Según mi opinión y después de trabajar en muy distintas áreas como la de gestión emocional, competencias, calidad, dirección de objetivos…etc. he llegado a la conclusión que hay que volver al modelo original: La confianza. No hay que tener miedo a equivocarse, ni a reconocer los errores; sino estar convencidos -la cúpula- de que las personas son el mayor activo de cualquier organización”.

Igualmente, Gasalla, puso de manifiesto que la creatividad e innovación eran, en este mundo global en el que estamos inmersos, claves para la supervivencia: “En ocasiones me da la sensación de vivir en una sociedad de “viejos de veintitantos” cuando en la Facultad de Económicas pregunto a mis alumnos cuantos estarían dispuestos a irse a trabajar a Iberoamérica (en donde con no mucho esfuerzo se puede entender el idioma). De un grupo de 100 alumnos levantan el brazo 8 o 9 (bueno también hay que tener en cuenta el esfuerzo físico que representa levantar un brazo...).Y así estamos. Quizás acumulando conocimientos (en ocasiones sólo información) pero no aprendiendo. Para mí solo existe aprendizaje si se produce algún tipo de cambio a continuación, aunque sea mental. Para mí innovación significa cuestionar lo de hoy y buscar algo diferente en el mañana. Y el paso previo a la innovación que es la creatividad, se manifiesta en el pensar más allá de la ideas comúnmente aceptadas y al uso. Combina de forma inédita conocimientos ya existentes, asocia diferentes campos, rompe limites, inventa y reinventa tratando de soltar amarras, de eliminar rutinas cómodas, seguras y casi siempre autocomplacientes. La creatividad materializada en la innovación trata de traer un futuro diferente al presente”.

José María Gasalla, aseguraba durante su permanencia en La Rábida que “el ser humano tiene la energía en su interior, y lo que hay que hacer es reconvertir la energía potencial en energía cinética. La energía potencial está, pero se pone en movimiento cuando existe algo que tiene sentido en nuestras vidas. No creo en la motivación sino en la automotivación. El problema es que las empresas se empeñan en desmotivar. ¿Cómo? Mediante políticas de recursos humanos que son incoherentes, con injusticias, con no remover a personas que no deberían haber llegado donde están y tapan a otras muchas que valen. Los buenos profesionales entonces tienen dos opciones: salir de la empresa o amoldarse a no valer porque el de arriba no le permite expresar y demostrar su valía.

Hoy día que se nos llena tanto la boca con el talento, existe un gran desconocimiento del talento que existe en las organizaciones. No sabemos el talento que hay. Esta adormecido y no se pone en marcha. El problema es que llega un momento en que el ser humano, como todos los seres vivos, aplicamos la homeostasis, que es la capacidad de reequilibrarnos con el entorno en el que estamos inmersos y al final nos acomodamos tanto que nos olvidamos de que tenemos otras posibilidades y otras capacidades internas”.

Finalmente expuso su teoría sobre las siete ‘c’ necesarias para una potenciación de los valores humanos dentro de cualquier empresa:
• C1 Competencia Profesional: Consiste “en el grupo de habilidades, competencias y características que permiten al confiando tener influencia en un campo específico”.

•  C2 Claridad :Comportarse desde la veracidad, sinceridad diciendo lo que realmente se piensa en cuanto a las expectativas que se tienen del otro y en cuanto a los límites de responsabilidad y actividades.

• C3 Cumplimiento: Señala la seguridad de ser formal cumpliendo lo que ha prometido o dicho que se iba a hacer. En la medida en que el confiando conozca las expectativas que el confiante tiene sobre su propia actuación podrá establecerse un diálogo acerca de ello y facilitarse desde esta forma su cumplimiento.

• C4 Consistencia: Se refiere a la trayectoria recorrida que hace esperar actuaciones alineadas y sin grandes sorpresas. Es difícil confiar en personas imprevisibles y tiene su base en el conocimiento que el confiante tiene del confiando.

• C5 Compromiso: Posee una doble faceta,  una de tipo profesional y otra de tipo interpersonal. La primera de ellas, se refiere a la entrega hacia las funciones que se llevan a cabo en la actividad laboral que se realiza. Tiene su base  en la auto-responsabilidad y en la autorrealización que conlleva llevar a cabo en tiempo y forma dichas actividades. En la faceta personal, podría definirse como un compromiso con el otro que se hace evidente a través del interés que se tiene hacia la otra persona. El confiando quiere el bien para el confiante, al margen de motivos centrados en sí mismo, o lo que es lo mismo la actitud de ocuparse del interés ajeno.

• C6 Coherencia: Bajo nuestro punto de vista el factor más crítico de la función confianza. Por una parte se “lanza” un “discurso” para todos y por otro no necesariamente se observa el alineamiento del comportamiento del que habla con dicho “discurso”. La premisa bajo la que sustenta la coherencia podría ser lo que es bueno para los demás es bueno para uno, sin embargo pareciera ser que en la práctica esto no necesariamente se cumple.

• C7 Complicidad : que se refiere a la creación de un espacio mutuo en el que de cara a un tercero existen “transacciones ulteriores” que permiten en todo momento saber que se está alineando con el otro o se “ navega en el mismo barco”.

En cualquier caso, Gasalla, apuesta por a creación, la innovación, el compromiso y, sobre todo, la confianza.