Joan Majó y Miguel Beato participan en la UNIA en un encuentro sobre el siglo de los genes
El ex ministro de Industria y Energía durante la segunda legislatura, Joan Majó, y el director del Centro de Regulación Genómica de Barcelona, Miguel Beato, han participado en el encuentro de verano de la Universidad Internacional de Andalucía (UNIA) sobre 'El siglo de los genes', dirigido por el catadrático de Genética, Sebastián Chávez.
En un encuentro con periodistas, en el que les acompañó el rector de la UNIA, Juan Manuel Suárez Japón, expusieron el avance de la genética y sus aplicaciones en el mundo de la biomedicina y las energías renovables. Majó afirmó que los descubrimientos en el mundo genómico son "impresionantes", aunque, según dijo "a medida que se van descubriendo cosas, se tiene más conciencia de todo lo que queda por descubrir". Asimismo, abogó por no poner límites al conocimiento "bajo ningún concepto, porque sería un suicidio intelectual, ya que lo que caracteriza a la especie humana es la capacidad de conocimiento".
Al hilo de esta afirmación, añadió que tampoco habría que establecer límites a la capacidad de transformar el conocimiento en tecnología, "sobre todo en herramientas útiles", más allá de los "límites voluntarios". "Todo lo que se puede conocer --señaló--, hay que conocerlo; todo lo que puede ser útil hay que aplicarlo, pero siendo conscientes de que no todo lo que es posible es bueno". Al respecto, Miguel Beato, planteó la cuestión "¿hasta qué punto queremos alargar la vida?".
Otra de las reflexiones realizadas por Joan Majó fue la de que no cree que el XXI sea el siglo de la Genética, "porque hay una revolución anterior, la energética, que ha fracasado, ya que no es escalable a todo el planeta". "No debemos olvidar la revolución de la energía y tenemos que seguir ahondando en el conocimiento para saber hasta qué punto la revolución genómica puede tener derivaciones positivas en la energía", manifestó.
Por su parte, Beato calificó de "reto muy interesante" utilizar la información genómica para diseñar organismos que cubran las necesidades energéticas actuales "sin causar tantos trastornos en el ecosistema", y anunció que ya se están desarrollando bacterias para eliminar daños generados por el petróleo.