El próximo día 27 en la sede de La Rábida se celebrará una jornada de voluntariado medioambiental, cuyo objetivo es promover el conocimiento y valorización del voluntariado en el alumnado como elemento esencial para el desarrollo comunitario. Además, se pretende potenciar el voluntariado ambiental y dar a conocer las iniciativas que se están llevando a cabo en Andalucía.
Está abierto el plazo de matrícula en la sección de alumnos de la sede de La Rábida. La inscripción es gratuita y está subvencionado por la por la Dirección General de Participación Ciudadana y Voluntariado de la Consejería de igualdad y Políticas Sociales de la Junta de Andalucía.
A través del voluntariado se busca la participación e implicación organizada de la ciudadanía en la mejora de su entorno local más próximo, provocando un impacto a nivel global. La persona que lleva a cabo labores de voluntariado se esfuerza por mejorar su entorno, ya sea ambiental, social o cultural, pero al mismo tiempo está llevando a cabo un crecimiento personal y social, contribuyendo a un cambio en su comunidad hacía una cultura más proactiva, igualitaria y cooperativa.
A lo largo del día se podrán escuchar varias ponencias sobre la participación ciudadana y el papel del voluntariado a cargo de Míriam Navarro, educadora en proyectos de participación ciudadana, dinamización e intervención socioambiental; Juan José Ranchal Muñoz de la Asociación Adecuna Aznalcollar será el encargado de hablar del voluntariado medioambiental. Por su parte, Rocío Acosta Febrero, Asesora técnica de educación y voluntariado ambiental en la Delegación de Huelva, hablará del voluntariado medioambiental desde la administración pública y concretamente del Programa de Voluntariado Ambiental de Andalucía.
La tarde estará dedicada a dos talleres a cargo de María José Molina Ramírez y Nieves Gómez Curquejo sobre desarrollar las capacidades del trabajo del voluntariado.
En la Ley 45/2015, de 14 de octubre, de Voluntariado se define el voluntariado ambiental como aquel “que persigue disminuir el impacto negativo del ser humano sobre el medio ambiente y poner en valor el patrimonio natural existente, las especies animales y vegetales, los ecosistemas y los recursos naturales realizando, entre otras, acciones de protección y recuperación de la flora y fauna, la biodiversidad natural de los distintos hábitats, y defensa del medio forestal; de conservación y mejora del agua, de los ríos y otros elementos del medio hídrico; del litoral, de las montañas y demás elementos del paisaje natural; de educación y sensibilización medioambiental; de protección de los animales; y cualesquiera otras que contribuyan a proteger, conservar y mejorar el medio ambiente”
