La UNIA homenajea, dentro del 6º Foro Internacional ‘Saberes para el Cambio´,a José Boixo
La Rábida, 7 de octubre de 2011. La Sede Iberoamericana de Santa María La Rábida de la UNIA está celebrando desde el día 5 de octubre el 6º Foro Internacional ‘Saberes para el cambio’, que en esta edición tiene el sobrenombre de ‘Me valgo de mi saber. Conocimientos locales para afrontar el cambio global’.
La UNIA, además de rendirle un cariñoso y emotivo homenaje a uno de las personas que mejor conocen el entorno de Doñana: José Boixo Sánchez, quien durante años ha sido guarda mayor de la Estación Biológica de Doñana (Almonte-Huelva), también se ha pretendido en estos días conseguir el objetivo propuesto por el Foro: aportar ideas y propuestas que provoquen la discusión entre académicos, gestores y actores locales con el afán de ayudar a la implementación de estrategias que desde la consideración de los saberes locales afronten la nueva situación de cambio que vive el planeta.
Durante tres días, un grupo de expertos, coordinados por Carlos Montes, director del Aula de Sostenibilidad de la UNIA, han debatiendo sobre la sostenibilidad para presentar un manifiesto que suscriban todos, y en el que aportan nuevas ideas y propuestas, con la intención de provocar la polémica entre los académicos y los gestores, con el afán de impulsar el cambio global del planeta.
Hay que destacar en esta sexta edición del Foro Internacional de Saberes para el Cambio la participación de Victoria Reyes García, doctora en Antropología Social. Investigadora del Instituto de Ciencia y Tecnología Ambiental de la Universidad de Barcelona, quien ha hecho aportaciones del conocimiento local a los problemas medioambientales. Aportando conocimientos locales, saberes ecológicos y diferentes procesos productivos para lograr una estrategia humana que permita la modificación del hábitat; realizando a la vez, en la conferencia de clausura, un verdadero estudio de la cultura o sociedad donde se desarrollan.
No ha descartado la antropóloga una serie de características que se han debatido en el 6º Foro por la importancia que tienen en el ámbito local, para conocer el desarrollo real, las influencias que tienen en el individuo. Todo ello, según manifestó Victoria Reyes, para encauzarse, orientarse y aplicarse en un intercambio dinámico que sirva para producir un proceso de ida y vuelta, que se adapte a las necesidades del grupo en sí y que seguramente serán transmitidas de generación en generación.
Victoria Reyes-García (doctora en Antropología, 2001, Universidad de Florida) es catedrática en el Instituto de Ciencia y Tecnología Ambientales (UAB). Su investigación se ocupa de los beneficios generados por el conocimiento ecológico local y las causas de la pérdida de este tipo de conocimiento. Reyes-García ha trabajado en proyectos internacionales de investigación desde 1996. Vivió entre los Tsimane ', en la Amazonía boliviana, desde 1999 hasta 2004. Tiene experiencia en la investigación multidisciplinar, en colaboración con los antropólogos culturales y físicos, agrónomos, biólogos y economistas. Desde abril de 2006, que coordina el Laboratorio etnoecología, que cataliza los proyectos que el estudio de las relaciones dinámicas entre los pueblos, la biota y los entornos. Tiene más de 85 publicaciones en revistas indexadas. En 2010 recibió una Beca de Inicio del Consejo Europeo de Investigación para estudiar la naturaleza de adaptación de los conocimientos ecológicos locales.
Las líneas de investigación de Victoria Reyes se centran en el conocimiento ecológico local de cómo se transmite, cómo responde al desarrollo económico, y cuáles son los beneficios que produce. Principalmente se caracteriza su labor por: 1) la investigación comparativa entre las diferentes culturas, 2) un enfoque multidisciplinario que trabaja con especialistas de distintas disciplinas, además de la antropología (ecología, economía, psicología, agronomía), 3) un compromiso con la recopilación de datos longitudinales. Ha jugado un papel central en el establecimiento de un estudio a largo plazo del panel (99 al día) entre los pueblos indígenas, y 4) el compromiso de promover el campo de la etnoecología través de la investigación y la formación.
En sus investigaciones se ponen de manifiesto que el conocimiento local se lleva a cabo en común, aunque la integración a la economía de mercado parece erosionar esta forma de conocimiento. También ha descubierto que el conocimiento ecológico local proporciona beneficios para la salud de la persona que tiene el conocimiento, y los beneficios ecológicos para el resto del mundo.
Por su parte, en la mesa debate que se ha desarrollado en la sede rabideña también ha participado Luciana Porte Bolland, doctora en Biología (México), quien es una experta en Ecología del paisaje y manejo de recursos naturales en zonas tropicales, con énfasis en la investigación interdisciplinaria para abordar el estudio de la interacción sociedad-naturaleza. Su trabajo reciente se refiere al entendimiento del papel de la población local en la conservación biológica. Además de Honorio Velasco es una de las principales referencias en España en el campo de la Antropología Cultural. Desde el año 1989 es catedrático de Antropología Social y Cultural de la Universidad Nacional de Educación a Distancia. También es miembro de la Comisión Gestora del Instituto Interuniversitario para la Comunicación Cultural y del Consejo Editorial de la Revista de Dialectología y Tradiciones Populares. Es especialista en las fiestas y en tradiciones populares. Ha investigado entre otros temas, sobre: el patrimonio inmaterial, la cognición y los símbolos. Ha desarrollado una larga tarea como investigador en el Museo del Hombre de París, en la Fre Universitat en Berlín y en California Berkeley e Indiana Bloomington.
Entre los trabajos de campo que ha realizado se encuentran: Procesos de cambio en las sociedades campesinas; Tradición oral; Categorías y mentalidades; Evolución y cambio en artesanías; Sociocentrismo; Rituales; Religiosidad popular; Ritual y retórica en mercados y ferias de ganado; Cambio de valores y formas políticas; Puntos de acceso a sistemas de expertos; Políticas de cultura popular...
Su trabajo se ha desarrollado principalmente en las áreas rurales de Castilla La Mancha, Castilla y León, Madrid, Levante, Extremadura y Andalucía.
También ha estado presente en la mesa de debate, Julián Lebrato Martínez, catedrático de la Escuela Universitaria Politécnica de la Universidad de Sevilla, especialista en aguas contaminadas; Rufino Acosta Naranjo, antropólogo ambiental de la Universidad de Sevilla. En la actualidad trabaja sobre temas de biodiversidad y desarrollo en el sur de Extremadura, Doñana y la sierra de Huelva y dirige investigaciones y coordina proyectos en distintos lugares de México. Recientemente ha publicado los libros Dehesas de la sobremodernidad. La cadencia y el vértigo; Y en sus manos la vida. Los cultivadores de las variedades locales de Tentudia; y Pan de marisma. La caza como medio de vida en Doñana.
No pudo faltar a este debate, Juan Carlos Rubio, director del Espacio Natural de Doñana, y el invitado de honor, José Boixo Sánchez, guarda mayor de la Estación Biológica de Doñana (Almonte-Huelva).
Todos han intentado dar luz a un problema tan importante hoy en día como es el cambio global.
Por suparte, el director del Aula de Sostenibilidad, Carlos Montes, aseguraba su satisfacción porque todos los participantes en este 6º Foro, han trabajado para aportar conocimientos a los problemas medioambientales. Han discutido para saber afrontar el cambio global desde el conocimiento de la importancia de lo local y, sobre todo, se ha reseñado y detectado las virtudes y limitaciones que hay; clarificando conceptos que han servido para poner de manifiesto la importancia actual del conocimiento local. “El Aula de Sostenibilidad, ha manifestado Montes, quiere crear un espacio de convergencia a través de un debate permanente de pensadores que aporten ideas nuevas y viejas…pero que lleguen a algún resultado y poder agitar el debate individual tendiendo puentes entre ciencia arte, biosfera y sostenibilidad..etc. Además hay que insistir en la necesidad del dialogo de saberes, articulando los conocimientos científico-técnicos, las humanidades y los saberes populares para diseñar las propuestas necesarias”.