Directoras y ponentes del curso de farmacogenómica de la UNIA nos acercan a la medicina personalizada de precisión
Las doctoras Anna González-Neira y Rocío Núñez, ambas del Centro Nacional de Investigaciones Oncológicas (Madrid), directoras del encuentro La farmacogenómica y la farmacogenética en la Medicina personalizada de precisión de la Universidad Internacional de Andalucía (UNIA), y los ponentes que participan en este curso de verano programado en las Sede de la Cartuja de Sevilla; nos acercan aspectos clave para su implementación, así como estrategias de desarrollo en Andalucía.
La Medicina Personalizada de Precisión (MPP) es un cambio de paradigma en la forma de prestar asistencia sanitaria, incorporando estrategias de diagnóstico y tratamiento más eficaces y seguras, y aportando soluciones para garantizar la sostenibilidad de los sistemas sanitarios. Para acercar conocimientos en este ámbito este curso cuenta también con Enrique de Álava y Luis Andrés López, de los hospitales universitarios Virgen del Rocío de Sevilla y Gregorio Marañón de Madrid; Joaquín Dopazo (Fundación Progreso y Salud), Adrián Llerena (Centro de Investigación Clínica del Área de Salud de Badajoz), María José Serrano (Genyo) y Miquel Tarón (Synlab Pathology).
González-Neira ha explicado en declaraciones a Europa Press que la farmacogenética “utiliza la información genética de una persona para saber cómo responderá a un tratamiento” y que “los estudios farmacogenéticos se encargan de identificar qué variantes genéticas están asociadas a la diferencia de respuesta a los medicamentos para ser trasladados a los pacientes”.
“Hay personas que responden bien a un fármaco, a la dosis estándar, pero hay otras que no responden adecuadamente, y eso, en muchos casos, es consecuencia de cómo afectan nuestros genes al metabolismo, transporte y eliminación de los fármacos; si somos capaces de saberlo, antes de empezar un tratamiento, seremos capaces de personalizar la dosis para evitar efectos adversos o una falta de respuesta", señaló.
Para la doctora, se trata de una herramienta de precisión que "nos hace personalizar el tratamiento de los pacientes; si somos capaces de disponer del perfil farmacogenético de un paciente, seremos capaces de saber cuál es el fármaco y la dosis adecuada para cada uno”. En este sentido, añadió que “existen marcadores robustos que están ya establecidos como útiles para su aplicación clínica y que se tendrían que analizar en el paciente antes de empezar a tratarlo".
Por su parte, Núñez afirmó que estamos en un periodo “muy esperanzador”, ya que "están empezando las etapas de implementación de la farmacogenética en la práctica clínica". "Hemos generado mucha evidencia de cómo las variantes genéticas pueden afectar al metabolismo de los fármacos, pero ésta no se estaba trasladando a la práctica clínica y los pacientes no se estaban viendo beneficiados de toda esta investigación que estaba detrás. Sin embargo, ahora estamos consiguiendo que entren en cartera de servicios los marcadores, que sí que sabemos, con un gran nivel de evidencia científica, que pueden afectar a los tratamientos de los pacientes”, agregó.
Según manifestó la doctora, “podemos asegurar unos tratamientos que sean más seguros y efectivos y, por tanto, los pacientes se pueden ver beneficiados y también el sistema de salud, porque va a tener menos costes en visitas médicas". Asimismo, matizó que "no todos los fármacos tienen marcadores genéticos asociados, pero hablamos de fármacos que pueden ser tan comunes como la simvastatina, el ibuprofeno, la codeína, antipsicóticos o el omeprazol".
Por último, ambas expertas han coincidido en que aún queda mucho por hacer para alcanzar una Medicina de Precisión real, pero también en que la incorporación de los marcadores farmacogenéticos en la cartera de servicios va a ayudar a impulsar esta implementación para poder hacer una medicina realmente personalizada.