El doctor Ordovás participa en la UNIA en un encuentro sobre alimentos funcionales
El director del Laboratorio de Nutrición y Genómica de Boston, José María Ordovás, ha participado este viernes en el curso de la Universidad Internacional de Andalucía (UNIA) sobre 'Alimentación y salud. Alimentos funcionales', que se ha desarrollado en la Sede de la Cartuja de Sevilla. El doctor Ordovás, considerado uno de los padres de la genómica nutricional a nivel mundial, afirmó en un encuentro con medios de comunicación que "no se puede depender de dietas esotéricas y peligrosas, sino actuar con sentido común".
El investigador defendió la "personalización de la nutrición" según el condicionante genético de cada persona y la aplicación de dietas que "a lo largo del año nos permitan mantener un peso adecuado pero también salud". También, explicó que, "ahora que somos capaces de conocer nuestro genoma, podremos saber cuál es el riesgo de padecer las enfermedades más comunes como la obesidad, la diabetes o las enfermedades cardiovasculares". "Nuestro comportamiento influye en el padecimientos de estas enfermedades, por eso, si empezamos a actuar desde edades muy tempranas podríamos evitarlas", comentó.
En este sentido, el experto propuso "hábitos alimenticios personalizados, que pueden prevenir enfermedades como la obesidad o el cáncer", no sólo por la posibilidad de vivir sanos más años, sino por el ahorro en costes sanitarios que supone una población que consume menos recursos sanitarios.
Con respecto a la dieta Dukan, advirtió que puede haber personas a las que le vaya bien, "pero también hay mucha gente que no pierde peso, o a la que le hacer perder peso, pero también perder la salud". En cualquier caso, Ordovás calificó de "aberración" aplicar esta dieta en niños y adolescentes, e instó a "pensar tanto en la salud física, como la salud mental". "El aumento de la obesidad infantil es muy alarmante --manifestó--, pero la solución, no es la dieta, sino la educación". Al respecto, recordó que la obesidad tiene un componente genético, pero también ambiental, y según él, "vivimos en un ambiente completamente obesogénico". "Es lamentable que algo tan importante como la nutrición quede es un segundo plano en la enseñanza, ya que existen estadísticas que demuestran que una mayor educación lleva a una vida más sana", añadió.
Según este investigador las principales causas de la obesidad que padece una gran parte de la población mundial son que "se ingieren más alimentos de lo que se consumen, y además se trata de productos que no son ni frescos ni locales; el sedentarismo que se desarrolla es brutal, así como el estilo de vida, con horarios que entran en conflicto con los genes porque se duerme menos y se hacen muchas cosas a deshora, y el estrés".
Por último, incidió en que en España se están adoptando costumbres y hábitos anglosajones, "algo con lo que nuestros genes no se corresponden". "Los mejores hábitos alimenticios son los que tenían nuestros antepasados, la dieta mediterránea (declarada Patrimonio Intangible de la Humanidad por la UNESCO), porque nuestros genes están asentados en ese ambiente y es donde mejor funcionan", concluyó.