Esta sede de la UNIA ha acogido 17 cursos y encuentros, los mismos que se impartieron hace 80 años en este espacio académico
La directora de la sede rabideña de la Universidad Internacional de Andalucía (UNIA), María de la O Barroso, ha destacado la confluencia de 20 nacionalidades en los Cursos de Verano 2023 de la Sede Santa María de la Rábida, de los cuales ha hecho balance, así como del programa UNIA Cultura Abierta y de las actividades culturales organizadas con motivo de la celebración del 80 Aniversario.
La directora ha resumido las tres semanas de actividades docentes y culturales de esta sede de la UNIA, que ha acogido 17 cursos y encuentros, los mismos que se impartieron hace ocho décadas en este espacio académico; afirmando que “hemos vivido momentos muy emotivos en este paraje natural tan impresionante que es La Rábida, sobre todo por la celebración del 80 aniversario de nuestros cursos de verano, rememorando lo que se hizo aquí mismo en 1943, que es una forma de retrotraernos efectivamente 80 años atrás, cuando se impartieron 12 cursos y 5 encuentros en verano”.
Con respecto a las materias abordadas en esta edición, resaltó la continuidad de los cursos de Andalucía en la historia y escritura de práctica de novela; los de más actualidad como el de hidrógeno, la minería y las energías renovables, “que en Huelva son tan interesantes y, también, en los países latinoamericanos”; los más científicos como la mecanobiología, el alzheimer y el tabaquismo, o los relacionados con el ámbito audiovisual, con los de localización y dirección artística de cine.
Acerca del alumnado, comentó que se han matriculado un total de 472 personas, “existiendo equidad entre hombres y mujeres, con la que no hemos tenido nada que ver, pero que pone de manifiesto que el porcentaje está totalmente equiparado”, y que la media por curso es de 28 estudiantes; contando el 22,5 por ciento con becas “gracias a Fundación UNICAJA, que este año ha hecho un importante esfuerzo para poder ampliar las ayudas y que nadie se quede fuera por cuestiones económicas”, explicó.
“Un tema llamativo que quiero resaltar es el número de nacionalidades --añadió--. Esta casa es la sede iberoamericana de la Rábida, la sede iberoamericana de la Internacional de Andalucía. Hemos tenido 20 nacionalidades, algo que refleja que se está apostando, a través del Grupo de Universidades Iberoamericanas La Rábida, para tener alumnado del otro lado del Atlántico; pero no sólo, ya que también han venido estudiantes de Europa, (concretamente de Alemania, Italia y Portugal), de África (Marruecos) e, incluso de Asia (Japón)”.
Asimismo, la directora ha valorado la edad de las personas matriculadas, ya que, según dijo, “un 33% de alumnos/as son menores de 30 años, con lo que son estudiantes que todavía están en universidades, por lo que se cubren desde la UNIA sus necesidades formativas”, comentando que “un 16% son mayores de 60 años, cumpliendo también con las perspectivas abiertas a esa población”. En su opinión, “la amplia diversificación, tanto en temáticas como en edades, es algo fundamental para el futuro de los cursos de verano, en lo que, y es algo anecdótico, este año hemos tenido incluso un alumno que está todavía en bachillerato”.
Además, afirmó que, “como los temas son tan actuales, han sido muchos los alumnos que han aportado su visión e, incluso, han facilitado que no solamente haya habido una docencia impartida por el profesorado, algo que aporta valor añadido a los cursos y encuentros de verano”.
En lo relativo al profesorado, Barroso ha comentado que, aunque se ha mejorado con respecto a años anteriores, “hay que seguir avanzando, para intentar buscar un equilibrio, ya que el porcentaje de hombres es del 60 %, mientras que el de mujeres se sitúa en un 40%”; destacando de los participantes, entre otros, al director general del Plan Integral de Tabaquismo, Marcos García; la coordinadora del Plan Andaluz de Alzheimer, Eva Cuartero; la responsable de Google Pilar; escritores como Juan Cobos Wilkins y Manuel Pimentel, y directores de arte con premios Goya, como Pedro de Gaspar.
Por otra parte, ha querido agradecer expresamente a las entidades y administraciones colaboradoras, que han apoyado tanto cursos como actividades culturales, concretamente, “la Universidad de Huelva; las Cátedras UNESCO de Derechos Humanos y Santa Bárbara; el Ayuntamiento de Palos y el de Arroyomolinos de León; la Diputación de Huelva; la Delegación de Turismo Cultura y Deportes de la Junta; el Puerto de Huelva; el Centro de Estudios Andaluces; Cepsa; Naturgy, y Fundación Caja Rural del Sur.
UNIA Cultura Abierta
Acerca de la programación UNIA Cultura abierta, señaló que “un curso de verano sin cultura no tiene sentido”. “En la UNIA, desde su creación, y durante 80 años, se ha trabajado conjuntamente la docencia y la cultura. Estamos muy contentos y emocionados, porque el número de espectadores ha superado los 4.000 a lo largo de estas tres semanas, contando tanto el videomapping, la exposición del 80 Aniversario y los Recreativos Federico, donde elogiábamos toda la obra de García Lorca; como los espectáculos de jazz, flamenco, zarzuela y circo, en lo que se ha completado el aforo todos los días, al igual que las salidas en canoa por la ría de Huelva, actividad que ya se hacían décadas atrás”, concretó.
Para terminar, declaró que la finalización de los cursos de verano de la Rábida “son sólo un punto y seguido”, ya que la UNIA continuará con esta formación en sus sedes de Baeza, Málaga y Sevilla desde finales de agosto hasta septiembre, así como con los cursos iberoamericanos en Perú. “Queremos expandir la internacionalización y tendremos cuatro cursos en Cuzco y Lima, en los cuales ya hay más de 100 inscritos; así como continuar todo el año con nuestra actividad de posgrado (oficial y propia), como universidad pública que forma parte del Sistema Universitario Andaluz”, concluyó.
Convivencia y “buen” ambiente
Al encuentro con los medios de comunicación, ha asistido también la directora de secretariado de la sede onubense, Mª del Carmen Sánchez, quien ha resaltado “la convivencia y el buen ambiente de estos días en la sede”. “Los alumnos residentes están en continua convivencia –agregó--; conviven para desayunar, almorzar, ir a clase y a las actividades culturales, y se establecen muchos vínculos, tanto a nivel personal como profesional, porque hay sinergias de estudiantes noveles, con alumnos y profesionales más experimentados, creándose un ambiente muy bueno”.
