La coordinadora del Plan Andaluz de Alzhéimer de la Junta de Andalucía, Eva Cuartero, ha afirmado que "el 6,8% de la población de más de 65 años podría padecer la enfermedad de alzheimer", en el marco del curso de verano de la Universidad Internacional de Andalucía (UNIA) en la sede onubense de la Rábida `Retos y logros en la enfermedad del Alzheimer: patología, terapéutica e implicaciones socio-económicas`, que se imparte del hasta mañana miércoles bajo la dirección del profesor universitario y farmacéutico Esteban Moreno.
La neuróloga ha afirmado que "la incidencia en Andalucía se sitúa entre un 25% y 30%, al igual que en el resto de países occidentales", es decir, que "una de cada tres personas de más de 90 años puede padecer la enfermedad". "La incidencia ajustada por grupo de edad está disminuyendo, igual que en otros países europeos, gracias al control de factores de riesgo vascular como la hipertensión arterial, la diabetes, el sedentarismo, el tabaquismo o la obesidad, entre otros; algo que puede, al menos, retrasar el inicio de la enfermedad o aminorar su progresión", ha indicado.
Con respecto al número de personas que sufren alzheimer, ha estimado que, "de las 180.000 personas que padecen demencia en Andalucía, 120.000 corresponden a alzheimer", siendo el grupo poblacional más afectado el de mujeres mayores de 80 años.
"En el ámbito andaluz se está trabajando para garantizar la equidad en cualquier territorio, para que las poblaciones que viven en lugares lejanos de las grandes ciudades, como la serranía, que no tienen grandes centros hospitalarios cercanos, puedan tener las mismas oportunidades en la detección y tratamiento del alzheimer", ha señalado Cuartero, quien ha explicado que lo primero es "crear un protocolo asistencial integrado, incluyendo desde formación de los profesionales que van a detectar precozmente a estos pacientes, hasta la de los equipos que trabajan en ayuda a domicilio".
En este sentido, ha afirmado que también, se está trabajando para garantizar esa equidad para casos específicos como pacientes que se encuentran en la fase inicial, con demencia senil. "Uno de nuestros objetivos --agregó-- es que estas poblaciones puedan acceder a los biomarcadores disponibles, mediante punción lumbar, que sirven para trabajar la detección precoz".
La ponente del encuentro ha calificado el avance de la enfermedad alzheimer como "un reto de salud pública" ya que, debido al envejecimiento de la población, si no se consigue un tratamiento que frene el curso de la enfermedad, existirán muchas más personas afectadas. En su opinión, se debe trabajar para que las personas afectadas, tanto pacientes como quienes les prestan cuidados, "puedan ejercer sus plenos derechos", así como "garantizarles espacios amigables, desestigmatizarlas y no limitarlas a espacios físicos como las unidades de días o asociaciones, sino todos los entornos".
El profesorado de esta actividad cuenta también con la participación de Féliz Viñuela, referente internacional en patologías de la cognición y neurólogo en el Hospital Universitario Virgen Macarena de Sevilla; Rafael Pérez, médico, logopeda y psicólogo de la Unidad de Trastornos de Movimiento de este mismo hospital; la neuropsicóloga Ángeles Barro, y el médico especialista en neurología y neuro-oncología Fidel Enrique Espinosa.
