La Sede de la Rábida de la Universidad Internacional de Andalucía (UNIA) ha acogido el curso 'Mecaanobiología: una visión de problemas clínicos abordados por ingenieros', en el que se ha visibilizado la labor que los ingenieros realizan trabajando junto a los médicos, según ha destacado el director del curso, José Antonio Sanz.
"En este curso se muestran distintos ejemplos de cómo los ingenieros pueden ayudar a los médicos a mejorar sus operaciones o el éxito de sus tratamientos, así como factores interesantes desde el punto de vista de investigación", ha explicado el coordinador, destacando que "se trata de un campo profesional de gran potencial, que está desarrollando un nuevo perfil del ingeniero que trabaja junto a los médicos en las operaciones". Asimismo, ha añadido que "aunque en Estados Unidos es un campo muy reconocido y en España está comenzando a tratarse más, en Andalucía aún se desconoce".
En este sentido, ha señalado que el alumnado "ha llegado movido por la curiosidad, porque les llama mucho la atención el ver a un ingeniero trabajando junto a un médico". "Salen muy satisfechos de las aulas --agregó-- porque ven que aportan valor y que pueden trabajar salvando vidas, trabajando para la salud de la población. Se trata de una formación que desconocen, ya que no la han estudiado en sus carreras, por lo que el curso es de un gran atractivo, fomentando, en este campo, el potencial que pueden desarrollar profesionalmente".
Sanz se ha mostrado agradecido a la UNIA por "la oportunidad de dar a conocer estos estudios que no existen en Andalucía, y en un lugar como La Rábida, con un ambiente distendido, al que los alumnos llegan muy motivados".
Por su parte, el ingeniero Francisco Javier Martínez, ponente del curso, ha aportado al encuentro algunos modelos matemáticos para simular enfermedades como la osteoporosis, y varios modelos de fármacos, en su ponencia 'Modelos de remodelación basados en poblaciones celulares. Aplicación a enfermedades óseas: osteoporosis y mieloma múltiple'. "Los ingenieros trabajan en la medicina desde un punto de vista computacional; a través de programas informáticos podemos poner a prueba fármacos que, mediante ensayos clínicos, necesitan fases de larga duración o que la Organización Mundial de la Salud, por razones obvias, no permite experimentar sobre personas", explicó.
En este contexto, ha aclarado que "las conclusiones que se obtienen de estas pruebas no significa que puedan trasladarse a la práctica clínica, aunque sí se pueden aportar ideas a otros investigadores para que experimenten con animales".
Por otra parte, el profesor e ingenierio Juan Mora, encargado de la ponencia 'Caracterización mecánica de tejidos en el laboratorio', abordó cómo las técnicas propias de la ingeniería se pueden aplicar en la caracterización de tejidos, uno de los campos de la mecanobiología en el que actualmente están trabajando muchos de los investigadores participantes en el curso. "El tejido óseo está relacionado con la mecánica -- señaló--, ya que se regenera a base de ambientes mecánicos de la misma forma que responde a estímulos químicos de origen biológico".
Por último, Mora ha resaltado que, aunque se trata de un campo profesional que no se conoce aún lo suficiente en España, ya que se encuentra solo en la investigación, "es una salida laboral que nace del trabajo interdisciplinar de la ingeniería y la medicina y el alumnado va a poder tomar conciencia de que se trata de un campo emergente en el que los próximos años trabajaran muchos de ellos".
En este curso de la UNIA también han aportado su experiencia Miguel Ángel Giráldez, del Hospital Universitario Virgen del Rocío de Sevilla, y los expertos en mecanobiología Esther Reina, Yadir Torres y Manuel Doblaré.
