- Mayor rigor técnico.
- Menos burocracia.
- Simplificación de procedimientos.
- Posibles innovaciones para el sistema.
- Eficacia y eficiencia del sistema.
Para llegar al modelo final se ha llevado a cabo un proceso reflexivo con los propios responsables de los procesos mediante entrevistas y reuniones de trabajo. Los puntos clave considerados en esta etapa han sido:
- Revisión del mapa de procesos actual.
- Enfoque sobre el tipo de procesos (estratégico, clave o soporte) y re-enfoque de los procesos identificados inicialmente.
- Búsqueda e identificación de las interrelaciones existentes entre los distintos procesos identificados.
- Análisis de sub-procesos, búsqueda de flujos dentro de un proceso único.
- Identificación de carencias y propuestas de mejora.
- Propuesta de indicadores de procesos y de resultados.
Un aspecto importante a destacar es que el trabajo final ha permitido separar los procesos de las áreas funcionales, permitiendo seguir la trazabilidad de los mismos de manera transversal a distintas áreas. Eso ha permitido, a su vez, identificar las responsabilidades o funciones asociadas a cada una de las áreas.
Otro de los resultados significativos, complemento al mapa de procesos, ha sido la elaboración de los diagramas de interrelaciones de cada uno de los procesos identificados, lo que, de forma conjunta, constituyen el mapa de procesos general de la UNIA.
Áreas funcionales de la UNIA